Ante esta pregunta, muy pocos, o casi nadie quizás, se remonta más allá de la Grecia de Homero, a los Vedas de la literatura india, a textos chinos del siglo XI a.C, o a la Epopeya de Gilgamesh, el famoso texto épico que data de poco antes del 2000 a.C., y cuya versión más completa fue conservada en tablillas de arcilla, con escritura cuneiforme, en la biblioteca del rey asirio Asurbanipal. En todo caso, si bien la literatura sumeria y acadia son las más antiguas del mundo, la Epopeya (o Poema) de Gilgamesh, es de carácter anónimo. No existen pistas de autor o autores, o de autora o autoras.
Si queremos saber quién fue el primer autor que firmó sus obras con su nombre, debemos remontarnos a Mesopotamia durante el siglo XXIII a.C. para encontrarnos con Enheduanna, poeta, princesa y sacerdotisa hija del rey acadio Sargón I, que reinó en la legendaria ciudad de Ur. Fue Enheduanna la primera en firmar obras literarias con su nombre (o título de acuerdo con estudios, que significa “adorno del cielo”).